miércoles, 5 de octubre de 2011

Santa Rosa Recuperada


En agosto del 2002, Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir ingresaron al predio de Santa Rosa, ubicada a 90 kilómetros de la ciudad de Esquel, a 70 Km de El Bolsón, donde una comunidad mapuche con varias familias lleva adelante su vida en 534 hectáreas, mientras que un empresario, Benetton, que no habita allí, se adjudica el derecho de gobernar sobre 900.000 hectáreas. Por eso la firma Benetton, en octubre del mismo año los desaloja con una denuncia por usurpación de esas 534 hectáreas. El desalojo consistió en la destrucción de la casa construida, el desmantelamiento de las pertenencias, el secuestro de chapas, herramientas y animales y el traslado de la comunidad a El Maitén. La solidaridad con estos mapuches no se hizo esperar y comenzaron los acampes, cortes de ruta y las medicaciones, también las represalias de la corporación ligadas al poder político.
“Hacia el 2004 la demanda penal no pudo prosperar porque no había elementos que probaran el delito de usurpación”, así lo aseguró Angy,  miembro de la comunidad mapuche. Mientras tanto el conflicto tuvo repercusión. Y la firma siguió invirtiendo en la provincia con la aprobación del gobierno provincial. En el 2005 Benetton propuso la donación de 2500 hectáreas a la comunidad mapuche involucrada. Propuesta de tampoco fue concretada. Hasta que el 14 de febrero de 2007, Integrantes del pueblo mapuche recuperaron las tierras y Rosa y Atilio pudieron retornar a ellas. “Ese día-contó Angy, compañera de lucha por las tierras- decenas de habitantes de la zona llegaron al predio en disputa antes del amanecer”.

A pocos días del ingreso al predio, el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Chubut desestimó una denuncia por usurpación realizada por la Compañía de Tierras del Sud Argentino en contra de la Comunidad Santa Rosa-Leleque. Dicha denuncia indicaba que los integrantes de la Comunidad habían producido destrozos y que el ingreso al predio se había dado de manera "clandestina". Al respecto, el documento emitido por la Fiscalía señala que "…no se ha producido (de parte de la Comunidad Santa Rosa-Leleque) ningún tipo de acciones violentas y uso de amenazas contra persona alguna y tampoco se han advertido rastros o indicios que permitan inferir el uso de la fuerza…".
La Comunidad estaba habitando su tierra y se va a quedar allí y en uno de sus comunicados dicen: "Todos los hombres y mujeres de buena voluntad están invitados a acompañarnos y a ser parte de este sueño."
En todo el sur argentino, los mapuches  son corridos de sus lugares, obligados a abandonar sus comunidades, expulsados a la fuerza, acusados de usurpadores, llevados a juicio, perseguidos constantemente.
 “Santa Rosa despierta en todos nosotros pertenecientes a diversas comunidades mapuches la búsqueda de la verdad histórica”, sostuvo la integrante de la comunidad mapuche.
Además asegura que dicha comunidad ha presenciado “décadas de despojo, violencia, intolerancia, de usurpación, de desapariciones y de muerte”.
Considera que han retornado a Santa Rosa para poder volver a ser lo que eran antes, “Mapuches, gente de la tierra”, y con este gesto, desean  expresar que todas las personas tienen  derecho a diseñar nuestro propio futuro, y que “esta acción puede servir como fuente de inspiración, como aporte, como espacio abierto de participación para quienes revalorizamos la diversidad cultural”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario